DevOps (development operations) es la metodología de desarrollo de software que pone el foco en la colaboración, la comunicación, así como la integración entre los administradores de sistemas y desarrolladores.
Esta cultura de trabajo, tiene la intención de hacer más eficientes los procesos de desarrollo e implementación de las aplicaciones siguiendo siempre las tres fases principales:
Integración continua: La Integración continua (CI) favorece a los desarrolladores la fusión conjunta y les otorga la flexibilidad para agregar o eliminar componentes sin afectar a otros. Una vez se han realizado los cambios realizados por un desarrollador, se validan con el desarrollo automático de la aplicación y las pruebas para verificar el correcto funcionamiento.
Distribución continua: La distribución continua destina el código validado a un repositorio, el objetivo de esta fase es disponer una parte de código apta para su implementación en producción.
Implementación continua: Por último la implementación continua es, en parte, una ampliación de la distribución continua. La implementación cumple el objetivo de liberar una aplicación para que llegue a la fase de producción, siempre y guando el diseño de la automatización de pruebas sea correcto y definitivo. En general, las dos fases anteriores, destinan sus esfuerzos a hacer que la implementación de una aplicación reduzca los riesgos a los que se expone.
En definitiva DevOps nos ofrece una gran cantidad de beneficios, que suponen una gran mejora para nuestras necesidades. Por ejemplo, la velocidad y la entrega rápida se aceleran y conseguimos que los plazos de entrega se reduzcan, así como el escalado y la colaboración mejorada hacen que los procesos productivos sean mucho más ágiles. Finalmente, también es importante destacar que la fiabilidad y seguridad se ven claramente mejoradas gracias a esta metodología.
Si quieres saber más sobre este y otros paradigmas laborales puedes leer nuestro artículo: LEAN IT vs. AGILE vs. SCRUM vs. DevOps vs. ITIL