Se llaman ingenieros rápidos y cobran hasta 300.000 dólares al año por saber cómo pedir las cosas a las inteligencias artificiales. En España se les empieza a contratar para subirse al carro de esta revolución tecnológica
El 30 de noviembre, OpenAI lanzó ChatGPT, una herramienta que cambió los planes de empresas como Microsoft y Google, generando una carrera por liderar esta tecnología. En solo dos meses, ChatGPT alcanzó los 100 millones de usuarios activos, superando el récord de TikTok. Junto con otras herramientas similares como Dall-E, esto ha creado una nueva profesión conocida como «ingeniero de peticiones» o «prompt engineer». Estos profesionales no programan, sino que crean instrucciones precisas para obtener resultados deseados de plataformas de inteligencia artificial como ChatGPT.
Esta profesión está bien remunerada, con ofertas de trabajo que ofrecen salarios competitivos, como un anuncio de Antropich que ofrecía entre 250,000 y 335,000 dólares al año, además de acciones de la empresa. La profesión está comenzando a surgir en España y en otros lugares. Aunque algunos se preguntan si esta profesión podría reemplazar a los desarrolladores web, muchos creen que los ingenieros de peticiones son complementarios y que las inteligencias artificiales generativas pueden ser una fuente valiosa de documentación en tiempo real para los desarrolladores. Sin embargo, algunos creen que esta profesión tiene una fecha de caducidad, ya que la inteligencia artificial continuará mejorando y facilitando su acceso. Se espera que, en el futuro, estas habilidades sean comunes entre varios profesionales en lugar de un trabajo independiente.