La tecnología se ha convertido en un elemento indispensable de nuestra sociedad, del que no podemos prescindir sin cambiarla completamente y que cambia constantemente la forma en que nos relacionamos, comunicamos y, en definitiva, vivimos. Ignorarla o ponerle restricciones tanto en el ámbito personal como profesional nos deja fuera de la sociedad y de su avance.
Si la transformación de la sociedad es inevitable, es obvio que todas las organizaciones están sujetas a la misma dinámica y que deben adaptarse constantemente para no quedar obsoletas, reteniendo y potenciando el talento de sus empleados. Una empresa que no es capaz de atraer nuevos empleados más allá de la compensación económica que ofrece está destinada a quedar fuera del mercado por no ser capaz de definir el nuevo rumbo que tiene que dar a sus productos y servicios.
El trabajador, por lo tanto, se convierte en el centro de atención y ha de tener a su alcance todas las herramientas y aplicaciones que utiliza habitualmente adaptadas, eso sí, a su entorno laboral. Es lo que denominamos Digital Workplace.
Los candidatos priorizan cada vez más cuál es la cultura digital existente en la empresa y si es esta la que encaja en su visión y valores. Por lo tanto es importante conocer qué se necesita para modelar una cultura corporativa atractiva, como involucrar a nuestros empleados como parte activa de su construcción y como hacerles conscientes de que se enriquecen en conocimientos y experiencias durante este proceso.
Conseguir retener y potenciar a los empleados alineados con nuestra cultura y conseguir atraer a aquellos que nos pueden ayudar a mejorar es fundamental para que la empresa alcance la ventaja competitiva diferencial de todo mercado actual y futuro.
Si quieres saber más sobre la Digital Culture y cómo las nuevas generaciones irrumpen en nuestro sector entra en nuestra sección del blog.