En un mundo donde la información fluye a un ritmo vertiginoso y la atención de los empleados es un bien preciado, las empresas enfrentan el desafío de hacer que sus comunicaciones internas no solo sean vistas, sino también leídas y asimiladas.
En este artículo, exploraremos estrategias y buenas prácticas para crear contenidos internos que realmente capten la atención de los empleados.
Un título atractivo
El título de cualquier comunicación es la puerta de entrada al contenido. En la era digital, donde el usuario es bombardeado con una avalancha de información, un título debe ser ingenioso, informativo e impactante. Debe reflejar la esencia del texto, ser veraz y claro. Un buen título invita al lector a adentrarse en el contenido, prometiendo una lectura que valdrá su tiempo.
La imagen de presentación
Una imagen vale más que mil palabras, y en la comunicación interna, la imagen de presentación es el primer gancho visual que atrae al lector. Debe ser de alta calidad, relevante para el tema abordado y lo suficientemente llamativa para captar la atención del empleado y detener momentáneamente su lectura. Una imagen adecuada puede aumentar significativamente las posibilidades de que el contenido sea leído.
Estructuración del contenido
Cuando se trata de textos largos, es crucial organizar la información en bloques distintos con subtítulos claros. Esto permite a los lectores identificar rápidamente los puntos informativos y dirigirse directamente a lo que más les interesa. Los párrafos cortos y la síntesis de la información facilitan la lectura y ayudan a mantener la atención del lector.
Redactar para enganchar
Redactar para una audiencia interna requiere un equilibrio entre ser explicativo e informativo sin caer en la descripción excesiva. El contenido debe ser directo y claro, proporcionando valor sin rodeos innecesarios. El uso de recursos visuales como gráficos o infografías puede ejemplificar y reforzar el mensaje, mientras que elementos como el destacado en negrita o un color distinto pueden resaltar puntos clave.
La comunicación interna efectiva en la era digital es tanto un arte como una ciencia. Requiere comprender la psicología del empleado actual y aplicar técnicas de redacción y diseño que se alineen con sus expectativas y hábitos de consumo de información. Siguiendo prácticas como las mencionadas en este artículo, las empresas pueden mejorar significativamente el alcance y la efectividad de sus comunicaciones internas.