A la hora de organizar una campaña de comunicación interna, el reto no es lanzar un mensaje, ¡es lanzar el mensaje correcto! Uno que conecte con el personal. Para ello, es fundamental encontrar el equilibrio entre la información a transmitir y la creatividad que conseguirá llamar la atención del personal y despertar sus emociones. Y para ello, es importante tener en cuenta los siguientes factores:
Conexión emocional
La campaña debe despertar algún sentimiento, debe hacer sentir algo: alegría, sorpresa, orgullo, motivación… La reacción que provoque será la que haga que el mensaje perdure en la memoria.
Ser memorable
No se trata solo de impresionar, sino de dejar huella. Para que una campaña sea efectiva es importante que se asiente en las mentes de las personas. Y para ello, es importante fusionar los anteriores factores con la creatividad.
Simplicidad
El claim, el visual y el mensaje deben hilarse de forma natural y sencilla. Evitar lo rebuscado o abstracto facilita que la audiencia comprenda y asimile el mensaje sin esfuerzo.
Personalización del mensaje
Para que la campaña llame la atención del personal, es importante que atente contra sus intereses, necesidades o frustraciones. Es importante que conecte con ellos a un nivel profundo.
Diferenciación
En comunicación interna, muchos mensajes deben repetirse en el tiempo. Cambiar el enfoque, el formato o el tono es vital para mantener el interés. La novedad es aliada del impacto. No tengas miedo a repetir el mensaje, ¡eso sí, dale un nuevo enfoque!
El reto no es solo transmitir un mensaje, sino lograr que este se quede, que movilice, que inspire. Porque cuando las campañas internas están bien pensadas, equilibradas y conectadas con la audiencia, se convierten en una poderosa herramienta de transformación organizacional.