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5 principios para mejorar el impacto de la IA conectando con los empleados

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Eugenia Castán

| 14 diciembre, 2023

La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más disruptivas y prometedoras de la actualidad, pero también una de las que más incertidumbre y desconfianza genera entre los empleados de muchas organizaciones. ¿Cómo podemos incorporar la IA a nuestros procesos de negocio sin que se produzca un rechazo o una resistencia al cambio por parte de los trabajadores? ¿Qué beneficios puede aportar la IA a la colaboración empresarial y al rendimiento de los equipos? ¿Qué medidas debemos tomar para garantizar una transición ética y responsable hacia un modelo de trabajo híbrido entre humanos y máquinas? Son preguntas que debemos hacernos si queremos que la IA tenga un impacto positivo en nuestra empresa y lograr que mejore el Employee Connection.

En este artículo vamos a intentar responder a estas preguntas desde la perspectiva de la transformación del Digital Workplace y la mejora de la Digital Employee Experience de los empleados, dos conceptos clave para entender cómo la IA puede mejorar la forma en que trabajamos y nos relacionamos en el entorno digital. El Digital Workplace se refiere al conjunto de herramientas, plataformas y servicios digitales que facilitan el trabajo remoto, flexible y colaborativo, mientras que el Digital Employee Experience se refiere a la experiencia global que tienen los empleados al interactuar con estos recursos digitales.

Para incorporar la IA al Digital Workplace y al Digital Employee Experience de forma exitosa, no basta con implementar soluciones tecnológicas avanzadas, sino que también es necesario tener en cuenta el factor humano y cultural. Según un estudio de H. James Wilson y Paul R. Daugherty de 2018, las empresas que adoptan los siguientes principios multiplican el impacto positivo de la IA en sus resultados gracias a una mejor integración de la colaboración entre empleados e IA:

Reimaginar los procesos de negocio para incorporar la IA

y sus capacidades, especialmente aquellas que se puedan potenciar gracias a la colaboración entre empleados y la IA. Por ejemplo, se pueden crear flujos de trabajo automatizados, asistentes virtuales, sistemas de recomendación o análisis predictivo que ayuden a los empleados a tomar mejores decisiones, optimizar su tiempo y resolver problemas complejos.

Impulsar en los empleados una cultura de experimentación

que les facilite herramientas con IA integrada y ofrecerles canales para compartir sus aprendizajes con el resto. De esta forma, se fomenta la innovación, la creatividad y el aprendizaje continuo, así como la confianza y el compromiso de los empleados con la transformación digital. Además, se pueden recoger feedbacks e ideas de mejora que contribuyan al desarrollo y la evolución de las soluciones con IA.

Tener una estrategia transparente de introducción de la IA

que permita dirigir proactivamente su alcance y hacer una correcta gestión del cambio con todos los actores implicados. La incorporación de la IA puede suponer cambios significativos en la forma de trabajar, en las competencias requeridas y en el rol de los empleados. Por ello, es fundamental comunicar con claridad los objetivos, los beneficios y los desafíos de la IA, así como ofrecer formación, acompañamiento y apoyo a los empleados para facilitar su adaptación y su desarrollo profesional.

Recoger información de forma responsable sobre el impacto real de la IA

exponiendo con transparencia los efectos beneficiosos generados y los riesgos detectados. Es importante medir y comunicar los resultados obtenidos con la IA, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, para demostrar su valor añadido y su contribución a los objetivos estratégicos de la organización. Asimismo, es necesario identificar y mitigar los posibles efectos negativos o no deseados de la IA, como el sesgo, la discriminación, la pérdida de privacidad o la deshumanización.

Potenciar las capacidades digitales de los empleados sobre la IA

para que no la vean como una amenaza sino como una transformación positiva donde ellos son parte activa y beneficiada. Para ello, se debe ofrecer formación específica sobre la IA, tanto desde el punto de vista técnico como ético, para que los empleados conozcan sus principios, sus aplicaciones y sus implicaciones. También se debe promover el desarrollo de habilidades blandas o soft skills, como la comunicación, la creatividad, el pensamiento crítico o la inteligencia emocional, que son las que diferencian a los humanos de las máquinas y las que permiten una colaboración efectiva entre ambos.

En conclusión, la adopción de la IA es un proceso imparable que debemos afrontar con transparencia y transmitiendo la voluntad inequívoca de aprovechar la colaboración entre empleados y la IA como motor de cambio. Solo así podremos crear un Digital Workplace que enriquezca el Digital Employee Experience, permitiendo que los resultados obtenidos sean más inteligentes, eficientes y satisfactorios para todas las partes.

Esperamos que estas recomendaciones ayuden a los responsables de la incorporación de la IA a analizar los puntos de mejora de su proceso de implantación y evolución del Digital Workplace para acercarlo a las necesidades de los empleados. Pero en Raona estamos convencidos por nuestra experiencia en el desarrollo de soluciones de Modern Workplace en decenas de clientes que la clave del éxito es conseguir que los empleados se sientan parte activa de este proceso de transformación. ¿Hablamos?


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Eugenia Castán

Digital Employee Experience Expert. Acompaña a las empresas para mejorar la comunicación y la colaboración de sus empleados, conectándolos con tecnologías innovadoras y orientadas al negocio.

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