Este es el primero de una serie de 2 post en los que trataré de explicar cómo construir una cultura del dato.
Vivimos rodeados de datos. Lo sabemos todos. Lo curioso es que, aunque las empresas acumulan montañas de información, muchas veces siguen tomando decisiones como se hacía hace 20 años: con intuición, con lo que “creemos” o con lo que “siempre se ha hecho así”.
Y te digo algo desde la experiencia: tener datos no es lo mismo que ser una empresa orientada al dato.
Hoy te quiero contar cómo construir una cultura data-driven, no desde la teoría, sino desde la realidad que vivimos en los proyectos y con nuestros clientes.
¿Qué es Realmente Ser Data-Driven?
Más allá de la definición formal, para mí ser data-driven es algo tan simple (y tan complejo) como esto: tomar decisiones basadas en datos y no en suposiciones. Que el dato esté accesible, limpio y sea confiable. Que desde dirección hasta operaciones se respire el mismo mantra: “¿Qué dicen los datos?”.
No es magia, no es moda. Es una mentalidad. Y créeme, cuando una empresa da ese paso, no hay vuelta atrás.
¿Por Qué Es Tan Importante Apostar al Dato?
Porque el dato te abre los ojos. Porque te muestra lo que no ves a simple vista. Y, sobre todo, porque te ahorra disgustos (y mucho dinero).
Cuando decides apostar por una cultura data-driven, tomas decisiones más rápidas y acertadas. Detectas problemas antes de que estallen. Sabes exactamente qué está funcionando y qué no. Y, lo más importante, te enfocas en lo que realmente genera valor.
Lo Que Nos Suele Frenar (y Nos Sigue Pasando…)
Voy a ser sincero. Los enemigos habituales cuando ayudamos a empresas a volverse data-driven son bastante comunes.
Primero, los silos de datos. Finanzas por un lado, ventas por otro, RRHH en su mundo… y nadie se habla. Esto es más común de lo que nos gustaría admitir.
Luego está la calidad del dato. Si el dato está mal, todo el BI del mundo no te salva. Lo que muchos llaman “basura entra, basura sale”.
A eso se suma la resistencia al cambio. El famoso “esto siempre se hizo así” que todos hemos escuchado.
También está el miedo al dato. Personas que piensan que esto es cosa de frikis, de ingenieros, de gente de IT. Y no, no es así.
Y por último, uno de mis favoritos: empresas que tienen Power BI, pero lo usan como si fuera un Excel bonito. Lo abren, lo miran, y ya. No lo convierten en una herramienta de gestión real.
El la segunda parte de esta serie trataré de cómo se empieza de verdad a ser Data-Driven
¿Charlamos?
En Raona llevamos años ayudando a empresas a hacer este cambio. Si quieres, te cuento cómo lo hacemos. Sin compromiso. Charlamos de datos, de retos, de lo que quieras.