Los OKR son un gran ejemplo del “menos es más”: una idea simple y fácil de entender que se ha convertido en una de las grandes tendencias de la estrategia empresarial y de las políticas de Recursos Humanos de la actualidad. Popularizadas por el ya clásico libro “Mide lo que importa” de John Doerr sobre su creación en Intel y éxito en Google, cada vez son las empresas que lo adoptan como sistema de fijación de objetivos flexible y delegable a todos los niveles de la organización.
Que el concepto OKR, acrónimo de Objectives and Key Results, es sencillo lo demuestra que se explica en una frase: el responsable fija unos Objetivos a lograr en un periodo de tiempo y los empleados proponen los Resultados clave a lograr para conseguirlo con un criterio SMART, evolucionando para ajustarse a las necesidades de la empresa. El modelo escala desde la visión estratégica de la Dirección y se desgrana a cada nivel organizativo para que se conviertan en OKR adaptados, flexibles y públicos para lograr el apoyo de los compañeros. Las Startups los usan por su adaptabilidad a la cambiante situación del negocio, pero cada vez más empresas tradicionales los eligen para empoderar a sus empleados y alinearlos con los objetivos de la compañía.
El problema empieza entonces: dada la diversidad y flexibilidad, no es algo trivial definir los objetivos, establecer resultados adecuados y hacer el seguimiento de su cumplimiento a lo largo del tiempo. A partir de cierto tamaño, la organización necesita un sistema de control y seguimiento de OKRs potente que se despliegue al mismo tiempo que este modelo. Afortunadamente, son muchos ya los proveedores que ofrecen soluciones SaaS para gestionar los OKRs e incluso el propio Microsoft ha anunciado Viva Goals como solución integrada en su plataforma de gestión de la comunicación y el conocimiento Viva.
Estas herramientas acostumbran a tener un punto débil de gran impacto: la falta de integración con los sistemas de Business Intelligence de la empresa, lo que provoca la necesidad de hacer un seguimiento manual de los resultados, incrementando el coste de gestión y de supervisión. Conocedor de esto, Microsoft ha establecido un puente que une ambos mundos para sacar partido al potencial de Power BI e integrarlo en su solución de OKRs.
Esta nueva funcionalidad ha recibido el nombre de Power BI Metrics y en si misma es una solución para cambiar la forma de medir los resultados en la organización. Básicamente, se pueden crear métricas a seguir durante un periodo de tiempo determinado que se evalúan conectándose a valores de los informes de Power BI existentes. Esto facilita enormemente la labor de explicitar los resultados esperados para cada empleado y mostrar de una forma visual los que se están logrando y los que no. También se pueden definir objetivos cualitativos y resultados con seguimiento manual, facilitando la evaluación integral del desempeño de los empleados.
Puede parecer un cambio poco significativo, pero es un primer paso que ayuda a cambiar la cultura de resultados medidos en informes genéricos para todos -el clásico report de ventas o de cuenta de resultados por cliente- y pasar a establecer objetivos personalizados para cada empleado que combinen resultados de negocio con acciones propias que contribuyan al crecimiento de la empresa. Apostar por un modelo adaptable incrementa la flexibilidad de la organización y su capacidad de incorporar las iniciativas de los empleados a la generación de valor de forma natural y sostenible. Y aprovechar la nueva funcionalidad de Power BI para ello facilita experimentar y realizar pruebas piloto que puedan ayudar a escalar el modelo de OKR al resto de la organización en el futuro.
La siguiente animación muestra el proceso de creación de métricas paso a paso:
Esperamos que estas ideas os ayuden a reflexionar sobre la necesidad de crear nuevos modelos de objetivos que incorporen la iniciativa y la innovación de los empleados en la generación de valor para la empresa. En Raona ayudamos a definir el proyecto piloto de OKRs que mejor se ajuste a la cultura organizativa e implementarlos con Power BI para garantizar un seguimiento ágil y de largo recorrido que facilite su despliegue. ¿Hablamos?