Todas las estrategias empresariales se centran básicamente en resolver dos grandes problemas: encontrar una ventaja competitiva que impulse su modelo de negocio y luego, lograr que sea sostenible en el tiempo para mantener y mejorar la posición obtenida en el mercado. Mucho se ha escrito al respecto desde que Michael Porter sentara las bases modernas de su definición y son múltiples los ejemplos de éxito a seguir que se cuentan en las escuelas de negocio a los futuros directivos.
Hoy, en pleno auge de las startups como modelo de éxito, parece fundamental lograr crear esa ventaja competitiva para ganar dinero rápido y recuperar la inversión realizada. La realidad es que es mucho más difícil conseguir que sea sostenible y duradera en el tiempo: la vida media de las empresas españolas es sólo de 10,8 años y el 60% no llega a los 5 años. Y eso es debido, aparte de las causas internas, a que las ventajas competitivas cada vez duran menos al ser imitadas o superadas por terceros. Sólo hace falta analizar los principales tipos existentes para ver la enorme dificultad para hacerlas perdurables por factores que las combaten abiertamente:
- Precio: eficiencia productiva, copias baratas, deslocalización.
- Producto: imitaciones, productos sustitutivos, cambios en los consumidores.
- Regulaciones: cambios legales, fin de patentes, globalización.
- Valor de Marca: nuevos nichos, innovación, diversificación.
- Personas: retención de talento, formación continua, libertad de acción.
Apostar por una estrategia de Employee Connection
Si aceptamos la corta vida de las ventajas competitivas hoy en día, ¿qué opciones tienen las empresas asentadas en el mercado para conseguir mantener su posición y sus beneficios? Básicamente dos: encontrar nuevos factores diferenciales que les permitan ascender de nuevo o la mejora continua de todos los detalles incorporados a su propuesta de valor para reforzar constantemente su posición. Y ambas líneas de actuación comparten la misma materia prima: contar con un equipo humano preparado, focalizado y coordinado que pueda actuar en múltiples frentes para hacer de la innovación y la optimización los motores de su trabajo.
Ante esta evidencia, entra en juego el discurso a favor del talento individual como principal activo para lograr este objetivo. Hemos oído múltiples veces la importancia de atraer, fidelizar y potenciar el talento de los empleados, como si se tratara de encontrar a los directivos estrella adecuados para que nuestro equipo sea ganador. Y aunque el talento es fundamental, todos conocemos decenas de ejemplos de equipos modestos que han ganado y sobresalido sin contar con las mejores estrellas ni tener más recursos que el resto.
¿Su secreto? La cohesión, la confianza en el grupo y focalizarse en conseguir un objetivo común han logrado aunar motivación con capacidad. Lo importante no es sólo cada empleado, si no las conexiones que establecen entre ellos, con los objetivos de la organización y con los valores que se quieren transmitir. El individuo pasar a formar parte de una red que llega más allá que la suma de talentos gracias a la tecnología adecuada y a facilitar el acceso a la información.
Lograr esta dinámica ganadora es el objetivo primordial de una estrategia de Employee Connection: apostar por iniciativas que generen comunicación, colaboración y conocimiento en la organización, estableciendo metas motivadoras sin olvidarse de la productividad y los resultados del negocio. Para ello, es indispensable dotarles de herramientas modernas, fáciles de usar y accesibles que les permitan tener autonomía para desarrollar sus capacidades con el apoyo de la tecnología para ir más allá colectivamente.
Crear esta dinámica de conexión de los empleados se convierte en la única ventaja competitiva sostenible que podemos desarrollar a largo plazo como organización: cada nuevo reto, cada nueva tendencia, cada nueva oportunidad será recibida como un incentivo para la mejora y la superación por un grupo de personas conectadas y con la confianza de sacar ventaja de ello. Sólo hay que ocuparse de ayudarles a crecer como equipo y a contar con los mejores recursos para que la dinámica ganadora no se pare.
Tecnología para empoderar a los empleados
En Raona creemos firmemente en la importancia de contar con un plan corporativo de Employee Connection para logar la consecución de los objetivos empresariales y apoyamos con nuestras soluciones de Modern Intranet a las empresas que apuestan por modernizar su Digital Workplace para conseguirlo. Focalizándose en potenciar a sus empleados y los vínculos que establecen en la empresa han logrado mejorar sus resultados y avanzar hacia una cultura corporativa más moderna y participativa.
Si quieres conocer experiencias de otras empresas que se han beneficiado de impulsar una estrategia de Employee Connection y que acciones han llevado a cabo, estaremos encantados de compartirlo e incorporar vuestro punto de vista para mejorarlo. ¿Hablamos?
