Implementar una estrategia corporativa de Employee Connection es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de las empresas, siendo una iniciativa transversal que debe involucrar a áreas tan diversas como Recursos Humanos, IT, Organización, Tecnología, Comunicación y Transformación Digital. Deben alinearse para impulsar las acciones necesarias para incrementar la coordinación de los empleados, desplegar los procesos y tecnologías adecuadas de forma organizada y medir sus principales indicadores para seguir avanzando en esta estrategia a medio y largo plazo.
Como hemos analizado anteriormente, la conexión de los empleados o Employee Connection es la estrategia orientada a incrementar el sentimiento de pertenencia que se forja en el lugar de trabajo, sustentado por relaciones personales e impulsado por la organización mediante procesos y tecnología que la potencien equilibradamente en sus tres ejes principales: conexión con las personas, con las responsabilidades y con los valores.
Esta estrategia debe guiar en el tiempo un conjunto de iniciativas que cubran las diferentes áreas organizativas y que impacten en los puntos clave de la empresa. Por ello, vamos a exponer los ejes que permiten pasar de la visión estratégica a la implementación táctica en proyectos concretos que se puedan presupuestar, programar y ejecutar, definiendo cuales son los indicadores que nos permitirán medir el impacto real en la organización.
Estos ejes de acción se dividen en dos grupos: los ejes básicos son los que actúan directamente sobre los tres elementos centrales del Employee Connection -personas, valores y responsabilidades-, mientras que los ejes transversales se focalizan en vehicular los mecanismos de tracción y empoderamiento de los empleados mediante herramientas y información relevante para mejorar su trabajo. Balancear y coordinar las iniciativas que se despliegan en cada eje es fundamental para que el impacto sea global y se logre el objetivo a nivel corporativo. Veamos su ámbito y las métricas que nos permiten evaluar el impacto en cada eje.
Experiencia del Empleado
Liderado habitualmente por el área Recursos Humanos, la preocupación por mejorar la Employee Experience es fundamental en las empresas actuales ante la necesidad de delegar en el talento de los empleados la iniciativa para el avance del negocio. Las iniciativas en este eje se deben centrar en empoderar al empleado de una forma integral: crecimiento personal, reconocimiento, satisfacción y motivación para afrontar los retos del día a día.
En un área tan potente como esta, las métricas del impacto suelen estar integradas en el proceso: atracción y retención de talento, rotación, clima laboral o el manido Employee Engagement que todos persiguen. Quizá el gran reto de este eje es conseguir que deje de ser sólo una ocupación departamental para lograr la involucración de todos los implicados para mejorar sus resultados.
Orientación a Resultados
El eje de Performance es el objetivo primordial por antonomasia: conseguir los objetivos planteados por la Dirección de forma efectiva, mejorando la productividad y la eficiencia por el camino. La confluencia de factores hace complejo establecer las iniciativas en este eje, por lo que deben guiarse por criterios a largo plazo como la optimización de procesos, la rentabilidad y la sostenibilidad, que marcan la mejora de la ventaja competitiva a futuro.
La complejidad de medir el impacto del Employee Connection en este eje es la confluencia de todos los factores organizativos en los indicadores de negocio tradicionales: ingresos, márgenes o beneficios en cualquier nivel. Así que recomendamos hacerlo a la inversa: incorporar algunas de estas métricas como visión compartida de la situación global ayuda a no perder el foco que el futuro de la empresa empieza en generar un hoy cada vez mejor.
Cultura corporativa
Lograr que los empleados sientan la cultura corporativa como algo tangible es un reto mayúsculo. Trasladar los valores como el respeto, la diversidad, la sostenibilidad o la transparencia que se enuncian formalmente para implementar iniciativas requiere creatividad y visión para materializarlo en acciones efectivas. El camino recomendable es explicitarlos y compartirlos entre los responsables de la estrategia para que estén involucrados y sean parte de trasladarlo al entorno de trabajo y a los procesos organizativos.
Si planificar es complejo, el reto de medir el impacto no es menor: indicadores como la motivación, el sentimiento de pertenencia o la consciencia del cambio pueden conocerse mediante encuestas, pero siempre tienen una gran parte subjetiva de la que debemos ser conscientes.
Estrategia
Este eje transversal es la brújula que emana de la Alta Dirección: visión, misión y objetivos a lograr para avanzar en el mercado suelen estar definidos, pero muchas veces no se transmiten de forma comprensible y tangible a los empleados. Lograrlo es clave para conseguir que estén alineados, focalizados y sepan como ir más allá de sus objetivos operativos para superar las expectativas que sus responsables directos muchas veces limitan.
Las iniciativas de este eje se miden evaluando la transparencia con la que se expone a los empleados la información, la implicación de estos en lograr el éxito corporativo y la motivación extra que genera el encontrar el sentido a nuestro trabajo más allá de las compensaciones materiales.
Comunicación
Este eje es el combustible que mueve a nuestra organización y el lubricante que evita las fricciones entre los empleados. Hacer que fluya la información en todas las direcciones y a través de toda la organización no es un reto que pueda asumir un solo Departamento, aunque muchas veces se resuelve de esta forma. Comunicar más y mejor es imprescindible para lograr la participación de todos los empleados y generar un impacto positivo en sus acciones.
Las métricas suelen centrarse en indicadores operativos como las visualizaciones o las reacciones, cuando realmente deben desarrollarse valores que incorporen la relevancia, el interés y el alcance de la información que se transmite a y desde los empleados.
Digital Workplace
Finalmente, este eje es sin duda el motor que hace funcionar a la organización: sin unas herramientas modernas, fáciles de usar y alineadas con las necesidades del negocio será mucho más complicado que los empleados puedan aportar su talento y pondrá límites físicos a su capacidad. Es clave que las iniciativas en este ámbito no se limiten a la visión del Departamento de IT ni que sólo respondan a las necesidades operativas de otras áreas: la tecnología es el recurso más determinante del Employee Connection y debe orientarse a este fin.
Su impacto de mide en varias dimensiones igual de relevantes: calidad, cantidad e innovación de las soluciones tecnológicas deben contemplarse para que sean auténticos catalizadores del empoderamiento de los empleados e incorporar las tendencias que dibujan el futuro, como lo son ahora el acceso anytime, anywhere o la I.A. al servicio del empleado.
En Raona creemos firmemente en la importancia de contar con un plan corporativo de Employee Connection para logar la consecución de los objetivos empresariales y apoyamos con nuestras soluciones de Modern Intranet a las empresas que apuestan por modernizar su Digital Workplace para conseguirlo. Focalizándose en potenciar a sus empleados y los vínculos que establecen en la empresa han logrado mejorar sus resultados y avanzar hacia una cultura corporativa más moderna y participativa.
Si quieres conocer experiencias de otras empresas que se han beneficiado de impulsar una estrategia de Employee Connection y que acciones han llevado a cabo, estaremos encantados de compartirlo e incorporar vuestro punto de vista para mejorarlo. ¿Hablamos?